Los obispos de Mali rezan por la monja colombiana secuestrada
Hace dos meses fue secuestrada.
Los obispos de Mali manifestaron este viernes su aflicción por la religiosa colombiana Gloria Cecilia Narváez Argoty, secuestrada hace hoy dos meses en Karangasso, en el centro del país, y llamaron a rezar por ella.
"La oración es nuestra primera y principal arma. Por eso, en unión con la Diócesis de Sikasso, organizamos novenas y misas para implorar la ayuda de Dios en favor de la hermana Gloria", según un mensaje de los obispos publicado hoy.
Los religiosos expresaron su preocupación por la inseguridad en el país, y llamaron a los pastores y a todos los fieles a cumplir con su misión en la vigilancia.
"Nadie puede quedar indiferente ante esta situación, y cada cual debe implicarse para el retorno rápido de la paz y la concordia nacional", indicó la misiva.
Ayer, los obispos se reunieron con el presidente del Gobierno, Ibrahim Boubacar Keita, y con el primer ministro, Abdoulaye Idrissa Maiga, para tratar el caso de la monja colombiana.
La monja secuestrada, de 48 años, trabajaba en una parroquia que pertenece a la diócesis de Sikasso, situada en el sur del país, y donde se concentra esencialmente la comunidad cristiana maliense que representa a menos del 10 % de la población.
Miembros del Gaula, unidad de la Policía colombiana especializada en la lucha contra el secuestro, trabajan junto a la ONU en Mali en los operativos de búsqueda de la religiosa colombiana.
El pasado 8 de febrero, la Policía maliense detuvo a cuatro personas sospechosas de haber participado en el secuestro de la monja.
A pesar de que ningún grupo haya reivindicado el secuestro, las autoridades privilegian la tesis yihadista tras el rapto.
EFE